lunes, 11 de noviembre de 2013

martes, 22 de octubre de 2013

Ayer estaba en la biblioteca y se me ocurrió ojear una revista llamada El cultural. Para aquellos que no lo sepan, dicha revista es un suplemento semanal del diario El mundo. Normalmente no suelo leer este periódico por cuestiones políticas, pero en este caso, la revista nada tiene que ver. 

Mi sorpresa llegó cuando caí directamente en un artículo de opinión en la primera página llamado La insultante suntuosidad del Instituto Cervantes.

"Dámaso Alonso se dio cuenta a tiempo de que la fórmula tradicional de la Real Academia Española -"limpia, fija y da esplendor"- había que completarla otorgando preferencia a la unidad del idioma. 

El latín se descompuso en una serie de lenguas romances -el español, el francés, el rumano, el portugués, el provenzal, el catalán, el gallego, cuyos hablantes no se entienden entre ellos. Sobre la unidad del español pesaba una amenaza semejante. Fernando Lázaro Carreter hizo una labor ingente para impedir que el idioma de Cervantes se fracturara. La gestión de Víctor García de la Concha como director de la Real Academia ha sido sobresaliente. Se ha desvivido en el cargo, ha viajado a las naciones hispanohablantes, ha demostrado una excelente mano izquierda para la lidia al natural, ha sumado todas la voluntades y a impedido que el español se fragilizara. El riesgo de que nuestra lengua -hablada por 500 millones de persona-s se descomponga ha sido superado y el Diccionario normativo de la RAE está firmado por los académicos de los 22 países hispanohablantes. 

Víctor García de la Concha se merecía el Toisón de oro -máxima condecoración mundial- que le otorgó Su Majestad el Rey. No se pueden hacer mejor las cosas al servicio del idioma de Cervantes y Borges, de Quevedo y García Márquez, de Ortega y Gasset y Octavio Paz, de Lope de Vega y Miquel Ángel Asturias, de San Juan de la Cruz y Juan Rulfo, de Miguel Delibes y Mario Vargas Llosa, de Federico García Lorca y Pablo Neruda. 

Al frente del Instituto Cervantes, García de la Concha ha puesto toda su experiencia, su entero conocimiento y su inacabable sabiduría literaria. Está haciendo, en época de especiales dificultades, una tarea extraordinaria con general reconocimiento. Tal vez no haya nadie en España que tenga la capacidad de García de la Concha para pilotar la nave del Cervantes.
Dicho esto, a la parte más seria del mundo de la cultura se le cae la cara de vergüenza al contemplar la suntuosidad del edificio en que, por decisión zapatética, se instaló el Instituto Cervantes. Hubiera bastado un piso de mil metros cuadrados, una oficinas discretas y funcionales. En lugar de eso, en plena desmesura despilfarradora, el Cervantes ha ocupado el palacio del Banco Central. El lujo y la ostentación lo presiden todo. En mármoles suntuosos y bronces fatigados, en altivas cariátides y estancias opulentas, el boato de pomposas salas interminables se dilapida el dinero público. Por las noches el edificio refulge con una iluminación carísima que insulta al mundo de la cultura, angustiado por las estrecheces y el agresivo 21% del IVA con que se gravan sus principales actividades.
¿Cuánto le cuesta al españolito, sangrado a impuestos de forma inmisericorde por el Gobierno, preguntaba yo hace unos meses, el mantenimiento del edificio de Palacios y Otamendi en el que se ha instalado el Instituto, cuánto la calefacción, el aire acondicionado, la luz, el teléfono, la limpieza, la seguridad, el ejército de empleados? ¿Qué utilidad tiene, por ejemplo, para el Cervantes la grandiosa caja fuerte, considerada como una de las más inexpugnables de Europa?

Parecería lógico que ministros de probado equilibrio -García-Maragallo y Wert- tomaran una decisión evitando el insulto que para el mundo de la cultura supone, tanta desmesura, cuando el teatro, por ejemplo, se arrastra casi en la indigencia y el cine no encuentra el mínumo soporte económico para desarrollarse"

Luis María Anson de la Real Academia Española. 27-09-2013

Así está el mundo, amigos. 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Ya han pasado unos días desde la última entrada y ya estás mejor. Me alegro porque eres mi amigo. De ti no se nada, pero estoy seguro de que estarás perfectamente. ¿Vendrás esta semana? Sí, vendrás. Y él volverá a estar mal. Pero yo estaré allí de nuevo, para secar sus lágrimas como ya hice.

martes, 17 de septiembre de 2013

Nos encantaba mirarnos fijamente a los ojos sin decir nada porque ellos decían más que cualquier palabra que pudieran pronunciar nuestros labios. Nos encantaba hablar a cada uno nuestro propio idioma sin importar si el otro entendía perfectamente lo que queríamos decirle. Lo importante era sentirnos únicos y a la vez la misma persona. 

Esto lo escribí la noche en la que me enteré de que ya no lo amabas. Fue un duro golpe para él, pero lo fue mucho más para mi. 

Os quiero. 

viernes, 7 de septiembre de 2012

En sus venas corría el arte, pero necesitaba salir de su cuerpo. 


Os presento a Cartu, que más que una artista es una hermana.

Disfrutad. 


miércoles, 5 de septiembre de 2012

El sexo sin música es sólo sexo. La vida sin música es basura.

Tengo una banda sonora para cada acto sexual, para cada persona. 
Es una forma de recordarlas, una manera preciosa de sentir vuestras manos y ver, de nuevo, vuestros ojos mirándome fijamente. El procedimiento milimétrico de volver a besar y morder vuestros labios y recorrer vuestros senos con mi lengua desnuda. La forma perfecta de volver a amaros, de escurrirme entre vuestro cuerpo infinito. 
Os amo a todas vosotras, canciones de mi vida y os araño la espalda pidiendo más, siempre más. 
Venid a mi, nuevos temas, quiero deleitarme con vuestros solos mientras sigo el ritmo con mis dedos en vuestros muslos. 
Quiero hacer el amor con vuestras notas y no sólo follar con vuestro cuerpo caduco. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

Me encantan tus finos dedos cuando, con delicadeza, acarician una hoja de papel de fumar y milimétricamente añaden la hierba mezclada con tabaco. Insertas un filtro dichoso que tocará tus labios, ansioso por besarte. Lentamente, con un movimiento mecánico, giras y giras el papel construyendo una figura cilíndrica y alargada que miras con satisfacción. 
Por fin me miras, con ojos de pecado y saltas como una ardilla hasta el lugar de la cama donde estoy yo. 
Enciendes el porro y le das una calada y notas como el humo entra en tus pulmones y te acaricia por dentro. Tras unos segundos en tu boca lo suelas cerrando los ojos y una ligera sonrisa se dibuja en tus labios. 
Por fin me besas, un beso robado y rápido, como si fuera uno de los mayores delitos.
Haces que todos tus actos parezcan ilegales y eso te gusta. 

Y eso me encanta.

lunes, 20 de agosto de 2012

Recuerdas perfectamente cuando tenías dieciocho años y querías comerte el mundo a grandes bocados, con la boca abierta hasta que te doliera y apretando y tirando bien fuerte con tus dientes nuevos. El mundo había dado pocas vueltas y los problemas que llevabas en tu vida habían sido meras piedras en el camino que habías sorteado sin mucha dificultad. Entonces, grandes pedruscos afilados que cortaban con sólo mirarlos.
Luchaste, o creías que luchabas por cambiar las cosas que te parecían injustas y superficiales, porque tú, ya lo sabías todo. 
¡JA! Y una mierda, pequeño ser pretencioso. No sabías nada. 
Fuerza no te faltó nunca y rabia.
Ahora ha pasado el tiempo y, cada vez que recuerdas tu forma de actuar en determinadas situaciones, ríes y mueves la cabeza de lado a lado.
Ha llegado el punto en que todas esas acciones han cobrado su efecto, positivo o negativo, no importa, pero te han transformado en una persona totalmente diferente a lo que eras. Ahora piensas, igual que antes, pero de un modo más racional, desde la distancia y analizando con más profundidad las cosas. No quiere decir que de una forma más seria, sino más bien desde el punto de vista de la conciencia que has ido creando en 5 años.
Has aprendido a reírte del mundo y a asumir que aquello por lo que luchabas e intentabas cambiar está bien, pero que el verdadero cambio debe empezar en uno mismo. 
Las cosas que en ese momento considerabas inamovibles, hoy, no tienen valía alguna. Leyes que considerabas inquebrantables, hoy, son pisoteadas y destripadas sin perdón.
Al fin y al cabo, dirán algunos, son sólo palabras, amistad, lealtad, amor, lucha, siempre... 
Las palabras no mienten. Lo sabes mejor que yo. El que miente asiduamente eres tú.

¿Te has preguntado alguna vez a cuánta gente has fallado a lo largo de tu insignificante vida?
Constantemente, lo sé. A mucha, lo sé. No dejarás de hacerlo, lo sé.
Tienes que vivir con ello, sino, muérete ahora mismo.

sábado, 23 de junio de 2012

Anoche fui David durante un rato.
Salí de trabajar con la intención de irme a casa plácidamente, pero cuando llevaba un rato apalancado, recibo una llamada de J. (J. es un compañero de trabajo, del que ya os hablaré más adelante).

- ¡Arald! ¿Qué haces?
- Nada, estoy aquí tirado leyendo un rato...
- ¿Leyendo? ¿Un viernes por la noche...?
- Mmm... ¿sí...?
- Tira el libro y nos vemos en media hora en la Plaza del Corso.

Estuvimos de garito en garito mucho rato y entre una cañita por un lado y un porrito por el otro, a J. se le empezaba a ir de las manos. Un billar, dos, tres, una cerveza y unas amigas.

- ¡Ey! ¡Hola!
- ¡Hola! ¿Cómo estáis?
- Blablabla (balbuceos de borrachos)
- Os presento...

Fue ahí cuando, debido al exceso de alcohol y otras sustancias en el interior de J. que me convertí en David.

- X. este es David
- David esta es X.


¿Qué se hace en un momento así?

Solución 1:

X. este es David
David esta es X.
- Mmmm perdona, pero mi nombre es Arald
- Buah tío, perdona es que estoy borracho, blablabla...

Solución 2:

X. este es David
David esta es X.
- Mmmm perdona, pero mi nombre es Arald
- ¿Arald? venga ya David, no me tomes el pelo...

Solución 3:


X. este es David
David esta es X.
- Mmmm perdona, pero mi nombre es Arald
- Entonces, ¿Por qué todo el mundo te llama David?

Así que la solución que tome fue la que encontré más acorde a la situación.

- X. este es David
David esta es X.
- Encantado, soy David, de los David de toda la vida.

La noche fluyó bastante bien, y reconozco que ser David no se me dio nada mal. Sólo le veo una pequeña brecha a esta historia, y es el día en que vuelva a ver a la tal X.

viernes, 15 de junio de 2012

Hace unas semanas que empecé a trabajar en un restaurante, mi eterno trabajo de verano. No es el mismo restaurante en el que trabajé el año pasado con lo que cambia bastante todo. A priori en este nuevo lugar de trabajo todo son ventajas respecto al anterior. Está a 5 minutos de casa, el horario es más asequible y el sueldo es superior al anterior. Pero mi intención en este post no era hablaros del trabajo en si, sino de los entes que en él trabajan. Lo normal, en una plantilla de 8 personas es que alguna de ellas tenga alguna peculiaridad que la distinga de los demás, algún rasgo en su personalidad que la defina y/o difiera del resto de la humanidad. El caso es que en este restaurante no hay una sola persona normal, todos, repito, todos, tienen algo especial. Y no estoy hablando de especial en el sentido -¡Oh! ¡Eres especial, vas a triunfar en la vida! sino, más bien, algo como -¡Oh! ¡Eres muy... mmm muy... mmm ¿especial?!

Hoy me gustaría hablaros del El folla mesas. El folla mesas, no es más que una persona de aspecto sencillo y ajustado al canon estándar que, gracias a ese disfraz de persona normal, consigue camuflar perfectamente su desorientada sexualidad. Es camarero de profesión y entra continuamente a la cocina en busca de los platos para llevarlos a las mesas (hasta ahí, todo bien). El problema llega cuando en alguna de esas mesas se encuentra alguna fémina de aspecto apetecible, con lo que El folla mesas entra en la cocina con los ojos inyectados en sangre, con paso acelerado y directo a la mesa que hay en el centro de ésta, y con un repetitivo movimiento de caderas empieza a simular la penetración con dicha mesa. Es un acto que dura aproximadamente cinco segundos, pero, chicas, es intenso y apasionado. Debo decir en su defensa que, dentro de lo que cabe, es un chico considerado, ya que después del acto acaricia a la mesa con dulzura. 

Love is in the air.