miércoles, 5 de septiembre de 2012

El sexo sin música es sólo sexo. La vida sin música es basura.

Tengo una banda sonora para cada acto sexual, para cada persona. 
Es una forma de recordarlas, una manera preciosa de sentir vuestras manos y ver, de nuevo, vuestros ojos mirándome fijamente. El procedimiento milimétrico de volver a besar y morder vuestros labios y recorrer vuestros senos con mi lengua desnuda. La forma perfecta de volver a amaros, de escurrirme entre vuestro cuerpo infinito. 
Os amo a todas vosotras, canciones de mi vida y os araño la espalda pidiendo más, siempre más. 
Venid a mi, nuevos temas, quiero deleitarme con vuestros solos mientras sigo el ritmo con mis dedos en vuestros muslos. 
Quiero hacer el amor con vuestras notas y no sólo follar con vuestro cuerpo caduco. 

2 comentarios:

  1. Me ha gustado esta entrada, tan contenida e intensa. Especialmente ese 'Os amo a todas vosotras, canciones de mi vida'. Lo único que no me ha gustado es el detalle final: el cuerpo caduco, aunque en realidad supongo que era necesario en contraposición a las notas 'eternas'.
    Pero no sé, nadie que se haya acostado conmigo tiene un cuerpo caduco, lo preservo en el recuerdo atractivo y deseable para siempre. Aunque claro, esto ya son cosas mías.

    ResponderEliminar
  2. Gracias.

    Evidentemente en la mente permanece ese cuerpo siempre invariable, pero en la vida real continúa su avance y se deteriora. Quería referirme a lo efímero del cuerpo humano, y lo permanente de la mente.

    Gracias de nuevo por pasarte por aquí =)

    ResponderEliminar